La evaluación
constituye una labor que debe ejecutarse a lo largo de todo el proceso,
respetando los momentos señalados por los objetivos y/o aprendizajes esperados.
Hoy en día, está
totalmente descartada aquella evaluación que sólo se ejecuta una vez que haya
concluido el proceso de enseñanza-aprendizaje. Esto no hace sino reconocer que
la evaluación debe estar presente desde que se inicia el proceso hasta su
término, incluso en algunos casos antes de él.
En este sentido, es
importante destacar que para lograr una eficaz retroalimentación y lograr
conocer a mayor cabalidad a los educandos, la evaluación debe contribuir
arrojando información desde el inicio de éstos hasta el término de ellos en un
programa determinado.
La evaluación se
caracteriza por ser un proceso continuo, permanente, dinámico y sistemático. El
llevar a cabo una evaluación trae como consecuencia positiva el control en
términos de observar y verificar que tanto los procesos como los fines, metas y
objetivos se consoliden. Es por tanto fundamental que la evaluación se haga
presente a lo largo de todo el proceso.
El emprender una
evaluación requiere de una debida planificación que se adecúe a los propósitos
que tiene la búsqueda de información y para los efectos que es requerida. Tanto
los propósitos de la evaluación como los efectos que ésta produzca, deberán ser
abordados en los distintos momentos del funcionamiento del sistema.
Una evaluación
cuyo propósito es reconocer el estado
inicial de los educandos que ingresarán al sistema es necesario ubicarla antes
de interaccionar con los estudiantes con fines predeterminados. La evaluación
con este propósito debe ser efectuada a la entrada del proceso.
Una evaluación cuyo
propósito es determinar el logro de objetivos o aprendizajes parciales del
estudiante, debe ser ubicada durante el proceso o bien cuando los estudiantes
estén interaccionando con los distintos medios y elementos que están creando
las condiciones para que el aprendizaje se produzca.
Una evaluación cuyo propósito es comprobar los aprendizajes
terminales o bien el grado de aprovechamiento de los estudiantes al término del
proceso de enseñanza-aprendizaje, debe ser realizada cuando los objetivos que
se han pretendido lograr se han cumplido. Esto significa que el profesor da por
finalizado el proceso de instrucción y por ende necesita comprobar o verificar
la efectividad de aprendizaje de sus alumnos.
De acuerdo a esto se
reconoce que la evaluación cumple un rol en la Entrada, en el Proceso mismo y
en la Salida (Producto) de éste.
De acuerdo al momento
en que se realiza y al fin que persigue, la evaluación se divide entre tipos:
Diagnóstica o De Entrada, Formativa o De Proceso y Sumativa o De Salida.
A continuación se presenta un pequeño video que trata sobre los tipos de evaluación espero que lo disfruten y que les sirva.